domingo, 31 de marzo de 2013

Escalopes de pollo al limón

Ingredientes:
  • 1/2Kg filetes de pechuga de pollo 
  • 1 limón
  • 2 dientes de ajo
  • perejil
  • vino blanco
Preparación:
Trocear la pechuga de pollo y freírlo en un poco de aceite con el ajo laminado y el perejil. Cuando ya esté dorado, añadir el zumo de 1 limón y un poco de vino blanco. Dejar que se evapore el alcohol y servir.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Los enemigos invisibles de la dieta



  • A la hora de comer sano, estamos rodeados de "amistades peligrosas" invisibles y difíciles de identificar.
  • Hay que prestar especial atención con las etiquetas "bajo en grasas" o "sin grasas".
  • No hay que confundir los cereales integrales con "enriquecidos con fibra", aunque muchos piensan que funcionan igual.
  • Un producto puede etiquetarse como "light", "ligero" o con "valor energético reducido" si las calorías se han disminuido, aunque no significan que sean pocas siempre.

Estar a dieta no es fácil y supone un gran esfuerzo. Existen varios 'enemigos invisibles' que echar por tierra todo sacrificio si no se tiene cuidado. Desde Consumer desvelan las cuestiones a las que se deben prestar atención con el fin de no caer en las 'trampas anti-salud'.

En el libro Secretos de la gente sana, el dietista-nutricionista Julio Basulto señala que, a la hora de comer sano, estamos rodeados de "amistades peligrosas" invisibles y difíciles de identificar. Estas son cinco de ellas:

El tamaño de las raciones. Las porciones de alimentos que consumimos han aumentado de forma exagerada en los últimos años, lo cual se traduce, de forma inevitable, en una mayor ingesta. Sin saberlo, al escoger el mismo producto que unos años atrás, obtenemos una mayor cantidad de alimento que, con toda probabilidad, consumiremos en su totalidad. Un trabajo del Departamento de Salud del gobierno estadounidense lo ilustra de forma muy clara al diferenciar las calorías que aportaban diferentes productos alimentarios hace 20 años en comparación con la actualidad. El tema es preocupante, porque nuestras necesidades energéticas no han crecido en paralelo a esta aumento de energía consumida (más bien lo contrario), lo que acaba en un ingreso de calorías superior al gasto. Este exceso se almacena en forma de grasa corporal.

El tipo de grasas. Cuando leemos en una etiqueta "bajo en grasas" o "sin grasas", pensamos de forma inmediata que se trata de un producto saludable. Pero esto no tiene por qué ser así. Las grasas no son, por norma, malas y por lo tanto, la tesis "cuantas menos, mejor" no es acertada. En realidad, este nutriente es necesario e imprescindible para múltiples funciones del organismo, y según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y Nutrición (EFSA), del total de calorías consumidas a lo largo del día, entre el 20% y el 35% debería provenir de este nutriente. Pero la EFSA también diferencia con contundencia las recomendaciones de consumo según el tipo de grasas, y establece que, de grasas saturadas y grasas trans, cuantas menos, mejor. Estos son, por lo tanto, el tipo de grasas que debemos buscar en las etiquetas y minimizar su consumo, tal como aconsejan las autoridades en nutrición.

¿Es integral o enriquecido con fibra? Esos dos conceptos no son sinónimos. Refinar los cereales (arroz y trigo, por ejemplo), es decir eliminar la capa externa que recubre el grano, supone perder la mitad de las vitaminas, de los minerales y de la fibra que contienen dichos cereales. De esta manera, el pan blanco o la pasta y el arroz refinados son menos nutritivos y también menos saludables, porque además de nutrientes, el refinado elimina entre 200 y 300 veces su contenido en sustancias fitoquímicas protectoras de la salud. En esta línea, la recomendación de las instituciones sanitarias es que se prioricen los cereales integrales, que no es equivalente a "enriquecidos con fibra", ya que si bien aportarán más cantidad de ésta, no sucede lo mismo con las vitaminas, minerales y sustancias fitoquímicas.
La sal. Este condimento presente en casi todos los alimentos procesados, supone, consumido en exceso, un factor de riesgo clave en la hipertensión y en la enfermedad cardíaca. Es importante saber que solo el 25%-30% de la sal que ingerimos es añadida por nosotros mismos de forma voluntaria. El resto procede del consumo de alimentos tan cotidianos como el pan, la bollería, los cárnicos y derivados, los quesos, las salsas, las conservas, los platos precocinados, etc. Escoger de forma sistemática los productos "sin sal/sodio", con "bajo contenido de sal/sodio" o con denominaciones equivalentes, o mejor aún, lo menos procesados posible, es una gran forma de evitar uno de los más grandes enemigos de una dieta saludable.

El etiquetado de declaraciones nutricionales. ¿Qué significa que una galleta de chocolate es light? ¿Se puede comer tanta margarina ligera como se quiera? ¿Están los postres con un valor energético reducido destinados a la población con obesidad? La legislación que regula la declaraciones nutricionales y de salud no es conocida por la mayoría de la población, que ante este tipo de reclamos publicitarios se siente desorientada. Un producto puede etiquetarse como "light", "ligero" o con "valor energético reducido" si las calorías se han disminuido, como mínimo, en un 30%. Pero esto no significa, claro está, que sean pocas, sobre todo si el producto original era muy rico en calorías (y grasas, y azúcares...).


Fuente: 20 minutos

domingo, 24 de marzo de 2013

Torrijas

En esta época, lo que toca son estos ricos dulces típicos: las torrijas! Os dejo la receta para ver si os animáis a intentar hacerlas caseras que es como mejor están. Espero que os gusten.

Ingredientes:

  • 2 barras de pan
  • 1 y 1/2 l de leche
  • 2 canela en rama
  • azúcar
  • anís
  • 3 huevos
  • canela en polvo


Preparación:

  1. Poner a hervir la leche, la canela en rama con azúcar y anís (al gusto).
  2. Mientras cortar las barras de pan en rebanadas. En este caso se puede hacer con pan específico para torrijas o con pan normal (mejor del día anterior). Yo en este caso y normalmente las suelo hacer con pan normal.
  3. Una vez hervida la leche, echarla en un recipiente suficientemente grande como para poder sumergir las rebanadas de pan.
  4. Batir los huevos.
  5. A continuación, con cada rebanada hay que sumergirla en la leche hasta que quede bien empapada, pasarla por el huevo batido y freírla. Después, rebozar en una mezcla de azúcar con canela en polvo.
  6. Dejarlas enfriar, y a disfrutar!!!


viernes, 22 de marzo de 2013

Almejas a la marinera

Ingredientes:
  • 1/2Kg Almejas
  • 1/2 Cebolla
  • 3 dientes de ajo
  • Azafrán
  • Media cucharadita de harina o maicena
  • Medio vaso de vino blanco
Preparación:
Pochar la cebolla con el ajo. Añadir el azafrán desmenuzado. Cuando ya esté pochado, añadir la harina y el vino blanco. Una vez evaporado el alcohol, se añaden las almejas y se deja hervir a fuego lento hasta que estén todas abiertas (5 minutos aproximadamente).

miércoles, 13 de marzo de 2013

Quesada


Esta vez he preparado una quesada pasiega. Es un dulce de origen cántabro cuyo ingrediente fundamental es la leche aromatizada por el limón y la canela. Es muy sencillito de hacer, yo personalmente nunca lo había probado, pero estas navidades con eso de las comidas familiares me puse manos a la obra para compartirlo con toda la familia y prometo que repetiré porque esta riquísimo, nos encanto a todos.

Ingredientes:
  • 125 gr de harina
  • 2 huevos
  • 1/2 litro de leche
  • 250 gr de azúcar
  • 1 yogur de limón de 125 gr
  • 1 pizca de canela
  • ralladura de un limón
  • 80 gr de mantequilla 
Elaboración: 
Batimos los huevos junto al azúcar, hasta que la mezcla quede espumosa. Después añadimos la mantequilla en pomada, el yogur, la ralladura de limón y la pizca de canela y batimos hasta que quede una mezcla homogénea. Por último añadimos la leche y la harina (yo en este caso no la he tamizado). Como lleva medio litro de leche yo lo he batido en una jarra alta, no en el típico bol ya que así es más cómodo y evitamos salpicar toda la cocina. Una vez esté todo mezclado y bien incorporado, introducimos la mezcla en el horno unos 30 minutos a 190 ºC. 


Para las personas con alergia a la lactosa podéis utilizar leche sin lactosa (fue la que yo utilice) y cuaja perfectamente.

domingo, 10 de marzo de 2013

Empanada del mar


Ingredientes:
  • Mejillones
  • Gambas
  • Calamares
  • Aceite
  • Harina
  • Leche
  • Sal
  • Masa de hojaldre
Preparación:
En una sartén, tostar un poco de harina (una o dos cucharadas soperas). Ir añadiendo leche poco a poco hasta conseguir una mezcla homogénea y sin grumos. Salar al gusto. A continuación añadir los mejillones, las gambas y calamares picados en trozos pequeños y remover para que se hagan. 
Extender la masa de hojaldre y echar la mezcla anterior encima. Cubrir con otra masa de hojaldre o doblando la anterior (depende del tamaño que queramos conseguir). Pintar con huevo batido y meter al horno (según las instrucciones del fabricante de la masa, yo lo pongo unos 10 o 15 minutos por cada lado a 180º).

viernes, 8 de marzo de 2013

Bizcocho de mármol

Ingredientes:
  • 3 huevos
  • 150 gr. azúcar 
  • 250 gr. harina
  • 1 yogur
  • 1 vaso de yogur de aceite 
  • 1 sobre de levadura
  • 2 cucharadas de cacao (yo use Valor)
  • medio vaso de yogur de leche.
Elaboración:
  1. Batimos los huevos, una vez batidos añadimos el azúcar.
  2. Posteriormente, añadimos el yogur y el aceite y seguimos batiendo.
  3. Por otro lado, tamizamos la harina y la levadura y la añadimos a la mezcla anterior.
  4. Repartimos la masa anterior en dos bols, y en uno de ellos añadimos el cacao y la leche.
  5. Engrasamos un molde con mantequilla, previamente vertemos la masa con caco y encima la otra masa, para mezclarlo podeis usar un palillo.
  6. Introducimos en el horno previamente pre calentado a 190ºC unos 40 minutos.
Este es el resultado:



domingo, 3 de marzo de 2013

¿Azúcar o edulcorante?

La respuesta más conveniente a esta pregunta (¿azúcar o edulcorante?) debería ser “ninguno de lo dos”.
La realidad es que tanto el azúcar blanco como los edulcorantes artificiales se encuentran cada vez más presentes en los productos alimenticios, haciéndose más difícil evitarlos en la alimentación diaria.

Generalmente se hace la elección entre el consumo de uno u otros basándose únicamente en el contenido calórico, pero lo cierto es que no podemos limitarnos a las calorías a la hora de elegir nuestros alimentos de consumo diario.
Por otro lado, las calorías del azúcar blanco se consideran “calorías vacías”, debido a la pérdida de cualquier otro nutriente durante su fabricación y refinado, perdiendo así las vitaminas y minerales. Es por eso que, si la elección del azúcar por parte del consumidor se debe a que se trata de un producto de origen natural (caña de azúcar), debe tenerse en cuenta que por ser un producto refinado, puede traer consecuencias negativas si se consume en exceso.

Algunos problemas que puede traer el consumo exagerado de azúcar:
Además de no aportar nutrientes, el azúcar, para ser metabolizado, precisa de las vitaminas del grupo B, en especial de la vitamina B1. Esta vitamina se ingiere habitualmente en poca cantidad, por eso, si el organismo debe utilizar la cantidad que tiene disponible para metabolizar el azúcar que se ingiere, existirá el riesgo de padecer un déficit de la misma.



También se sabe que el consumo de azúcar se relaciona con las enfermedades cardiovasculares y la obesidad, ya que su ingesta excesiva provoca el exceso y la acumulación de grasa, lo que puede llevar al bloqueo de las arterias y los capilares con el consiguiente riesgo de infartos cardiacos y cerebrales.

Asimismo, puede provocar el desarrollo de la diabetes cuando hay predisposición genética. Tampoco se debe olvidar el efecto desmineralizante y la influencia en las caries que tiene el azúcar, especialmente en niños.


Además de eso: existen estudios que indican que el consumo de azúcar ayuda en el desarrollo de las úlceras de estómago por su efecto irritante de la mucosa gástrica.


¿Es peligroso el consumo de edulcorantes?
El caso de los edulcorantes no es mucho más benéfico que el del azúcar de mesa. Existen varios tipos y sustancias, pero en general, se puede decir que se trata de sustancias artificiales que generalmente contienen pocas calorías y un gran poder edulcorante.



Son sustancias que han sido ampliamente estudiadas para verificar si son inocuas o no. Con los datos obtenidos en estos estudios se determinaron dosis seguras de consumo, que equivalen a una centésima parte de la cantidad que se mostró “sin efectos” negativos para animales. Este valor se llama “ADI” (ingesta diaria aceptable o admisible) que se indica por Kg de peso de la persona. O sea, para un niño será mucho más fácil llegar a ese valor que para un adulto, dado que su peso es menor y el valor de la ADI se multiplica por el peso.



Es decir, si tomáramos como ejemplo una gaseosa de tipo cola Light, que contenga cada 100 mL, 6 mg de sacarina, 32 mg de ciclamato y 12 mg de aspartamo (ADI = 0-2,5 mg/Kg para sacarina, 0-11 mg/Kg para ciclamato, 0-40 mg/Kg/día para aspartamo), una persona de 70 Kg podría superar la ADI de la sacarina bebiendo 3 litros/día (175 mg/día de sacarina), la ADI del ciclamato con sólo 2,5 litros/día (770 mg/día de ciclamato) y del aspartamo con 23 litros/día (2800 mg/día de aspartamo). Beber 3 litros de una gaseosa en un solo día no es imposible. Ahora, si consideramos un bebé de 14 Kg, bebiendo 600 mL estaría superando la ADI de sacarina y ciclamato, así como un niño de 35 Kg la superaría con 1,5 litros.

Otro ejemplo son los zumos artificiales, porque aunque no sean dietéticos, muchos de ellos contienen edulcorantes artificiales que son adicionados para disminuir el volumen de polvo, siendo que el volumen que ocupa un edulcorante artificial es mucho menor que el del azúcar utilizado para endulzar la misma cantidad de un producto. Es por eso que el problema se torna cada vez mayor, debido al uso indiscriminado de diversos edulcorantes en los productos industrializados.

Considerando que el consumo regular de zumos artificiales entre niños es habitual y que el consumo de gaseosas light está aumentando entre ellos, y sumándole a éstos, otros productos que puedan ser consumidos durante el día, se puede observar que en el caso de niños no es tan difícil que se exceda la ADI de algunos edulcorantes artificiales. Aunque la ADI no sea un umbral de toxicidad, sería conveniente evitar superarla, pues todavía es necesario que se realicen más investigaciones, especialmente en lo que respecta a toxicidad crónica. Por lo tanto, es bueno mantener cierta precaución en el consumo de edulcorantes artificiales y aditivos en general, con un cuidado especial cuando se trata de bebés y niños.


Otras alternativas
Una opción más saludable al azúcar blanca es el azúcar negra, que por tratarse de un producto menos refinado conserva aún algunos de minerales y vitaminas del producto inicial. Igualmente, como la diferencia no es muy significativa, tampoco es recomendable abusar de su consumo.



La miel, al contrario, es mucho más rica que el azúcar de mesa en su contenido de minerales y vitaminas, con lo cual es muy recomendable para endulzar bebidas y panes en caso de elegir desayunos dulces, siempre y cuando no haya algún problema de diabetes o sobrepeso.



Están también apareciendo en el mercado de productos naturales las mieles de cereales que se obtienen por fermentación de los granos integrales. Existen mieles de arroz, trigo, cebada y maíz que contienen los nutrientes del grano integral de partida más el enriquecimiento que produce la fermentación. Debido a la riqueza nutricional, el efecto calórico es muy bajo comparado con el del azúcar y contienen todos los elementos necesarios para su metabolismo ya que no se produce ningún tipo de refinado en su elaboración.

Dentro de los edulcorantes, la recomendación sería ir variando su consumo, comprando marcas y productos que contengan en su composición diferentes tipos de edulcorantes, para evitar el exceso de consumo de alguno de ellos. También es importante moderar el consumo de productos light y diet, así como todos los que contengan edulcorantes.

Si fuera posible, lo ideal sería acostumbrarse a consumir los alimentos y bebidas con su sabor original, sin necesidad de agregarles dulces. Por ejemplo, si se tiene la costumbre de tomar el té dulce, se puede ir reduciendo la cantidad de edulcorante o azúcar hasta habituarse a su gusto natural.